Lecturas críticas
Lectura crítica sobre Roldán Vera, E. (2022). Libros, negocios y educación: la empresa editorial de Rudolph Ackermann para Hispanoamérica en la primera mitad del siglo XIX. Ciudad de México: Universidad Autónoma Metropolitana
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A finales de noviembre de 2022 apareció el libro que hoy reseñamos y creemos justo tener en mente ese momento para una futura revisión historiográfica de los estudios del libro y la edición porque, sin pretender caer en excesos, consideramos que con él se marca un hito fundamental. En las próximas páginas expondremos varios comentarios y referencias que nos ha dejado esta lectura, enfocándonos en el impacto para el campo bibliológico; para lo que organizaremos nuestras opiniones en cinco apartados: 1) la autora y el contexto de producción original de la obra; 2) los temas y la estructura del libro; 3) los métodos y fuentes empleadas en el estudio; 4) la traducción al castellano y la publicación en América Latina; y 5) los temas que se plantean para un diálogo a futuro.
1. La autora y el contexto de producción original de la obra
No sale sobrando presentar a Eugenia Roldán Vera porque es preciso indicar algunas sinergias felices entre su formación académica y este libro. Historiadora de origen, llevó a cabo sus posgrados allí, en un momento en que la estela de la escuela francesa de la historia del libro se estaba entremezclando y cediendo paso a la corriente anglosajona. No solo porque estudió en Reino Unido, sino por lo que se enuncia explícitamente en el libro: la línea más nítida que se percibe en su trabajo es la perspectiva dartoniana (Darnton, 2008), y la de la sociología de los textos de McKenzie (2005), si bien ninguno de los dos es inglés, sus contribuciones son unos de los pilares más sólidos en el ámbito anglosajón. Especializada en historia de la educación en los siglos XIX y XX —con su ensamble de historias conexas como las de la escuela, los libros escolares y la de los modelos pedagógicos—, las miradas de Roldán Vera derraman hacia otros territorios disciplinarios y geográficos, con una producción textual que rebasa las fronteras nacionales, como se pueden observar en varias de las referencias de sus otros escritos citadas en la bibliografía de este libro.
2. Los temas y la estructura del libro
El tema que emerge con mayor fuerza en la obra es el de la producción editorial, su distribución, los usos y las formas de lectura, y su función en la conformación de las identidades locales emergentes en diversos países de Hispanoamérica. No obstante, esa es solo la punta del iceberg, como se aprecia en la estructura de la obra. Organizado en seis capítulos, más introducción, conclusiones y tres magníficos apéndices, el libro transita por varios grupos temáticos.
En primer lugar, se hace un análisis de la cultura impresa y el orden moderno, en el que se discuten los usos de lo impreso en la educación y su influencia en las estructuraciones de las ideas políticas del siglo XIX latinoamericano. Pasa luego, en segundo término, al panorama editorial inglés y su influjo en Hispanoamérica, con el que entra en su poliédrico caso de estudio —Rudolph Ackerman y su oferta bibliodiversa para la educación—. El tercer capítulo analiza la distribución y las formas del negocio con una perspectiva de economía del libro, por cierto muy loable en tanto modelo para otros estudios. El cuarto y quinto capítulos se ensamblan y atenazan al explicar, por un lado, el género de catecismos didácticos, las forma que revistieron esos textos y sus contenidos y, por otro lado, el programa académico que estimuló la activación de lo que la autora denomina “identidades poscoloniales” que, a nuestro parecer, se trata más bien de un enroque de colonialismos o neoimperialismos educativos. La obra cierra con los temas de la reescritura de los libros y la tensión subyacente entre lo local y lo extranjero, la apropiación de contenidos e ideas que se ejerce a través de la “reescritura de los textos”. Este asunto y el de las traducciones son de sumo interés para la historia de los libros de texto en nuestros países latinoamericanos porque se han dado en varios otros momentos, incluso hasta bien entrado el siglo XX.
3. Los métodos y las fuentes empleadas en el estudio
Al seguir el circuito de la comunicación de Robert Darnton (2008), la autora entiende y atiende al libro como un objeto resultante de un conjunto de coyunturas y relaciones sociales, económicas y culturales y no como un mero dispositivo de trasmisión de saberes. Por eso, el libro, como objeto cultural, se constituye en un prisma que permite analizar la difracción espectral de amplios matices que ilumina las diversas disciplinas que convergen en el emparrillado de intereses de la autora, a saber: la educación, la escuela, la política y la identidad, en una larga duración que se adensa o concentra en la primera veintena del siglo XIX.
En esa confluencia de caminos e intereses residen, para nosotros, los aportes más destacables de la obra; en tanto que Roldán Vera sale bien librada del brete de usar y manejar marcos metodológicos mixtos. Su escritura, amable y fluida, se basa en un trabajo de investigación que emplea archivos, bibliotecas y repositorios de los varios países, y además de libros y otras publicaciones en tanto corpus esencial de análisis textual y material, recurre también a epistolarios y estados financieros del editor.
En esta obra la palabra “Hispanoamérica” no es una exageración, ya que el espacio geográfico que se transita va desde México a Argentina, pasando por Chile y Guatemala, con las profundidades relativas que la propia conformación de archivos y colecciones le permitieron lograr a la autora; sin embargo, ese tránsito —con gusto a gesta bolivariana— navega a través del Atlántico porque parte de Inglaterra, recorre Estados Unidos, y entabla algunas otras conexiones. Es un ejemplo de investigación trasnacional de hoy sobre la edición transnacional de ayer.
4. La traducción y publicación de la obra en castellano
El libro de Roldán Vera, producto de su tesis doctoral, fue publicado en inglés hace 20 años. Para su traducción a nuestra lengua la autora introdujo un prefacio con precisiones sobre los nuevos aportes que en las varias materias de su entramado temático se realizaron desde entonces. La obra fue traducida por Óscar Luis Molina, formado en la Universidad de Barcelona (España) quien, además de su trayectoria como traductor, desde finales de los años 60 ocupó varios cargos y estuvo ampliamente relacionado con la edición académica y científica, como al fundar y dirigir Ediciones Universitarias de Valparaíso, más tarde haber ostentado la gerencia general de Editorial Grijalbo y la de Granica, ambas en Buenos Aires, y finalmente haber dirigido la Editorial Andrés Bello, en Santiago (Chile). Consideramos que esos datos curriculares pueden haber contribuido al excelente resultado final del texto en nuestro idioma.
La obra apareció en la colección editorial Biblioteca Latinoamericana de Culturas del Libro, un ambicioso proyecto que tuvimos la fortuna de conocer desde sus primeros borradores, mismos que nos compartió Miguel Ángel Pineda Cupa de la Universidad Pedagógica Nacional (Colombia), quien funge como su coordinador editorial. La colección cuenta con un comité científico de primera línea integrado por Pura Fernández Rodríguez (Consejo Superior de Investigaciones Científicas, España), Aimer Granados García (Universidad Autónoma Metropolitana, Cuajimalpa, México), Gilberto Loaiza Cano (Universidad del Valle, Colombia), Marisa Midori Deaecto (Universidad de São Paulo, Brasil), Juan David Murillo Sandoval (Instituto Caro y Cuervo, Colombia) y Gustavo Sorá (CONICET, Museo de Antropología de la Universidad Nacional de Córdoba, Argentina).
Ese proyecto editorial debió pasar por varias etapas antes de consolidarse como una participación a tres bandas: con las universidades Javeriana, del Rosario y la Autónoma Metropolitana de México-Unidad Cuajimalpa. Justamente, nació con la obra que comentamos en la presente reseña, la segunda del catálogo, y La edición del cuento en Colombia en el siglo XX. Apuestas editoriales y legitimación de un género. Como reza la descripción de la colección, en la segunda solapa de todas las obras de la colección, el proyecto:
tiene por objetivo presentar estudios sobre el libro en sus dinámicas y conexiones con los saberes históricos, sociológicos, antropológicos o literarios, siempre teniendo en cuenta que la pregunta por cómo se hacían, se leían y circulaban ciertos textos en periodos específicos resulta fundamental para reconstruir y analizar el devenir cultural de las sociedades contemporáneas […].
En tal sentido, consideramos que el libro de Roldán Vera da en la diana y cumple sobradamente con el objetivo que se pensó para la serie. Además del cuidado editorial, es menester decir que es bienvenida la ligereza del papel y la composición tipográfica que se hizo con la letra Capitolina diseñada en 2015 por Christopher Hammerschmidt y Marconi Lima, procedente de la fundidora brasileña Typefolio Digital Foundry.
5. Temas para un diálogo futuro
Nos gustaría comentar algunos aspectos que la obra plantea para diálogos futuros, específicamente en el amplio campo de los estudios del libro y cultura escrita. Si bien existen varios estudios de corte fundamentalmente bibliográfico y catalográfico sobre la producción impresa en varios países de América Latina, en el sentido más clásico de dichos términos, —proponemos como ejemplos para el caso mexicano: José Toribio Medina, Guillermo Feliu Cruz y José Zamudio Zamora (1958), José Toribio Medina y Felipe Teixidor (1991), María Teresa Martínez, Rocío Meza y Luis Olivera (2006), Francisco Ziga y Susano Espinosa (1997), Amaya Garritz Ruiz, Virginia Guedea y Teresa Lozano Armendares (1990) y Moisés Guzmán Pérez (2010)—esos trabajos y varios otros quizá no hayan planteado que el margen de la producción impresa local deba verse como el reverso de la moneda de la importación bibliográfica. Esto importa en la medida que en el movimiento que hacemos para girar la moneda es donde se inserta la empresa de Ackermann.
No solo nos falta estudiar y entender la dinámica de la propiedad intelectual que dio espacio a la traducción y la reescritura de obras, como señala atinadamente Roldán Vera, sino también es precioso analizar el cambio del marco legal y el paradigma entero del negocio de lo impreso. Son los temas legales los que, en el lapso del reordenamiento de agentes de la cadena del libro cambiaron los modos que operaban en el antiguo régimen a los nuevos modelos de financiamiento, la reconfiguración de los esquemas autorales y las transformaciones en la circulación de publicaciones.
En ese territorio local virgen, en algún grado, para el establecimiento de nuevas prácticas culturales y comerciales de la edición se dieron algunos casos que tímidamente señalan los cambios, de los que nos gustaría señalar un par. El primero lo colegimos de la lectura del anexo B: Publicaciones en español de Ackermann (que no son catecismos), que figura en la página 410 del libro. En la columna de “Otras ediciones en español”, vemos que solo figuran 3 editores activos en México en el siglo XIX: Alejandro Valdés, Fernández de Lara y Rafael de Rafael. De ellos, solo el primero fue quien dio inicio en la década del ‘20 a un nuevo esquema de edición sin la protección de los privilegios que anteriormente cubrían a los editores locales. Hemos estudiado su caso y perfil, y por ello lo consideramos un adelantado del viraje que comentamos.
Otro elemento surge de nuestra investigación de la historia de la edición en Puebla (México) y deseamos mencionarlo porque tiene que ver con el caldo de cultivo que hizo posible la amable recepción de obras extranjeras para la educación del México naciente. Se trata de la publicación del Plan de escuelas de primeras letras arreglado al nuevo sistema de Lancaster, llamado de la enseñanza mutua, que vio la luz en Puebla, en el Oratorio de San Felipe Neri, en 1819. La Oficina del Oratorio de San Felipe Neri fue fundada por Joaquín Furlong Malpica, quien en 1818 viajó a Inglaterra, de donde, al parecer, trajo consigo la imprenta. El taller funcionó solo un par de años y, además de la obra señalada, fue el responsable de la impresión en 1821 de El Plan de Iguala.
Para cerrar estas líneas, deseamos mencionar que Libros, negocios y educación aparece en castellano en sincronía y comparte intereses con otros trabajos con propósitos hermanos. Arnulfo de Santiago, investigador de Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), se ha dedicado a estudiar lo que los editores y libreros del siglo XIX llamaban la "librería española", es decir, las ediciones en español publicadas en Francia. Con una propuesta de trilogía denominada Siglo XIX el libro a la nueva conquista de América, a la fecha ha publicado dos volúmenes: el primero, de 2022, se titula El libro entre Europa y América (1820-1830). Al alba de la independencia y en 2023 apareció Catecismo y cartilla de Francia Bajan (1830-1850). Esta clase de obras es la que la de Roldán Vera es un verdadero modelo a seguir, y que nos permitirán consolidar las perspectivas trasnacionales en los estudios del libro y la edición de Hispanoamérica.
Referencias
Darnton, R. (2008). ¿Qué es la historia del libro? Prismas: revista de historia intelectual, 12(2), 135-155. Recuperado de http://ridaa.unq.edu.ar/handle/20.500.11807/1950
Garritz Ruiz, A., Guedea, V. & Lozano Armendares, T. (1990). Impresos novohispanos, 1808-1821. México: Universidad Nacional Autónoma de México, Instituto de Investigaciones Históricas.
Guzmán Pérez, M. (2010). Impresores y Editores de la Independencia de México, 1808-1821: Diccionario. México: Porrúa; Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, Instituto de Investigaciones Históricas.
Martínez, M. T. Meza, R. & Olivera, L. (2006). Catálogo de la Colección Lafragua de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, 1616-1873. México: UNAM, Instituto de Investigaciones Bibliográficas.
McKenzie, D. F. (2005). Bibliografía y sociología de los textos. Madrid: Akal.
Medina, J. T.; Feliu Cruz, G. & Zamudio Zamora, J. (1958). Historia de la imprenta en los antiguos dominios españoles de América y Oceanía. Santiago de Chile: Fondo Histórico y Bibliográfico José Toribio Medina.
Medina, J. T. & Teixidor, F. (1991). Adiciones a la Imprenta en la Puebla de Los Angeles de J. T. Medina. México: UNAM, Instituto de Investigaciones Bibliográficas.
Ziga, F. & Espinosa, S. (1997). Adiciones a la imprenta en Mexico de José Toribio Medina: Puebla, Oaxaca, Guadalajara, Veracruz y de la insurgencia, 1706-1821. México: Universidad Nacional Autónoma de México, Instituto de Investigaciones Bibliográficas.
Recepción: 02 Mayo 2024
Aprobación: 30 Junio 2024
Publicación: 01 Octubre 2024