Dosier
Presentación de dosier. Bibliotecología social: aportes, reflexiones y perspectivas desde América Latina y el Caribe - parte 1
Madison dijo: Un pueblo que quiere gobernarse así mismo debe armarse con el poder que
el conocimiento otorga. Lo que me encanta de esta cita es el uso del verbo armarse.
Simplemente tener acceso a la información generada por una democracia operativa no es
suficiente (Lankes, 2021, p. 57).
La bibliotecología social no es un concepto reciente, de hecho, podríamos retomar experiencias y escuelas clásicas de esta disciplina para identificar que su principal componente se encuentra alrededor de las vinculaciones que una institución como la biblioteca tiene con la sociedad. La misma ha estado asociada en el contexto americano al adjetivo progresista, refiriéndose a un ejercicio donde se destaca la dimensión social y se distancia de los centros de poder hegemónicos. Colin Darch (2001, p. 7) en Progressive librarianship: oxymoron, tautology, or the smart choice, plantea que hay figuras bibliotecarias vinculadas con esta perspectiva que deberíamos reclamar y conocer, tales como el bibliotecario danés Thomas Doessing (1882-1947), el americano John Cotton Dana (1856-1929), o el británico Ernest A. Savage (1882-1947).
(...) Doessing estuvo fuertemente vinculado al movimiento obrero mientras apoyaba que las bibliotecas debían apoyar el autodidactismo, creyendo que las colecciones debían reflejar todos los puntos de vista. Este fue encarcelado por los nazis y escapó a Moscú. Dana, quien trabajo en Denver (Estados Unidos) fue un intelectual con un complejo conocimiento de las artes y la cultura democrática. Savage, decretó que los bibliotecarios deberían comprometerse intelectualmente.
Ahora, si nos remitimos a la escuela soviética encontramos que Ogan Stepanovich Chubarian (1976, p. 9) en su libro Bibliotecología general ya dejaba de explícitamente declarada la concepción de esta como una ciencia social, entendiéndola como “parte orgánica de la vida social, económica y cultural del país”.
En esta misma línea de N. K. Krupskaya, Chubarian (1976, p. 41) propone que la bibliotecología:
[…] Ofrece interés desde el punto de vista del enfoque da al estudio de la experiencia bibliotecaria. Ella supo encontrar todo lo nuevo que enriquece la propaganda del libro y todo el trabajo de las bibliotecas· con los lectores, valorar lo nuevo en relación con la situación histórica concreta y con las perspectivas de desarrollo de la biblioteconomía, así como mostrar las vías para introducir en la práctica todo lo nuevo y progresista.
De hecho, en la escuela soviética, uno de los elementos fundamentales que deja ver la perspectiva social de la bibliotecología es la posibilidad de diálogo que propone Chubarian, de esta con otras ciencias como la pedagogía, sociología, psicología e informática. Así mismo, la escuela anglosajona, con autores como Margareth Egan (1978), Jesse Shera (1976, 1990) y Bartholomeus Landheer (1957) plantean en sus trabajos las diversas funciones sociales vinculadas a la biblioteca en virtud de su relación con la sociedad, tal como se resume en la Tabla 1.
Así que, proponer y llevar a cabo el dosier Bibliotecología social: aportes, reflexiones y perspectivas desde América Latina y el Caribe, retomó la idea de la Bibliotecología Social, buscando explorar, a través de las voces de actores vinculados al contexto académico y bibliotecario, lo que viene haciéndose al respecto en América Latina y el Caribe y el cómo se está pensando en la docencia, la investigación y la extensión alrededor de estas disciplinas y los servicios bibliotecarios. Buscamos evidenciar la aplicabilidad real, tangible y concreta de la bibliotecología y la ciencia de información (ByCI), de modo que estas aporten condiciones que favorezcan la consolidación y el fortalecimiento de sociedades democráticas que prioricen la justicia social y la vida digna desde, para y con América Latina y el Caribe.
Esta primera entrega del dosier consta de seis artículos que muestran a la bibliotecología social en múltiples dimensiones: en perspectiva académica alrededor del diálogo de saberes, de la insistencia por develar y ocuparse de las injusticias y de ver qué aplicabilidad pueden tener estos campos del conocimiento a ejercicios de resistencia, ya sea desde la construcción y fortalecimiento de contextos o desde la articulación con estos, mediante experiencia aplicada.
Andréia Sousa da Silva y Rodrigo de Sales en Encruzilhando saberes: apontamentos críticos para uma Biblioteconomia interseccional e equânime presentan el concepto de la interseccionalidad en el campo de la bibliotecología, el cual ha sido desarrollado por dos mujeres afroamericanas, se trata de Kimberlé Crenshaw y Patricia Hill Collins. A través de este enfoque, los autores proponen formas de comprensión y análisis que favorezcan una ByCI que propenda por la equidad y la justicia social. En este orden de ideas, hay trabajos que vienen siendo liderados por Brasil y Colombia a través de colaboraciones situadas no solo en la producción escritural, sino en procesos de base social, política y comunitaria. A la luz de las reflexiones que propone este primer artículo del dosier, destacamos algunas experiencias que ponen en el plano de lo pragmático la interseccionalidad y son antecedentes a esta reflexión como Quilombo Intelectual (da Silva & Fideles, 2021).
Otra experiencia que deja ver la aplicabilidad del primer artículo del dosier es el trabajo desarrollado por la línea de investigación Bibliotecas desde Abya-Yala: sociedades y culturas desde el Sur, Colombia, quien ha desarrollado en los últimos diez años una propuesta epistemológica para una ByCI desde, con y para América Latina y el Caribe, en la cual se ha realizado un ejercicio extra-disciplinar vinculando diversos campos del conocimiento como los estudios culturales, la ciencia política, la sociología, la geografía, entre otros. Incluso, en este proyecto, la interseccionalidad es una de las teorías que hace parte de su marco extra disciplinar.
En este orden, de la mano de la teoría social, Um diálogo entre a competência crítica em informação e as teorias anticoloniais a partir de Dussel, Quijano e Fanon, Marcus Victor Siqueira Josuá Gomes, Gabrielle Francinne de S. C. Tanus retoman propuestas del pensamiento anticolonial como marcos analíticos para aportar a una fundamentación de la Bibliotecología y la CI buscando contribuir a la configuración disciplinar en el marco de ideales democráticos. Y de modo particular develando las injusticias y los saberes hegemónicos en que se instala la producción de conocimiento.
Y es que, si algo tiene como línea conductora este dosier es la insistencia por una ByCI justa, y en este orden de ideas Franciéle Carneiro Garcês-da-Silva, Dirnéle Carneiro Garcez, Nathália Lima Romeiro, Priscila Rufino Fevrier, Ana Paula Meneses Alves y Miriely da Silva Souza, en Manifestaciones de microagresiones raciales en la educación bibliotecaria: enfoque en el trauma racial, investigan las manifestaciones de las microagresiones raciales en el ámbito de la educación bibliotecaria, con énfasis en la medición de los traumas raciales experimentados por estudiantes afrodescendientes inscritos en programas de bibliotecología durante su licenciatura en Brasil. A través de este trabajo podemos comprender cómo se manifiestan, prestando especial atención a la formación de estudiantes pertenecientes al grupo étnico-racial negro. De hecho, si insistimos en una bibliotecología social, esta requerirá necesariamente pensar en la bibliotecología negra, la cual viene en los últimos años siendo abordada de modo consistente a través de las epistemologías negro-africanas y la teoría crítica racial. En este campo es destacable el trabajo de investigación, acción y fundamentación de Brasil, Colombia y recientemente Perú.
Un artículo como este, nos permite sumar al corpus teórico de la Bibliotecología negra y las posibilidades que esta genera para trabajar en la disminución de injusticias raciales y epistémicas (Fricker, 2017) y, asimismo, conocer y explorar escuelas afroamericanas y africanas que estén en sintonía con el propósito planteado para la bibliotecología negra brasileña el cual de acuerdo con Da Silva & Saldanha (2019, p. 13) permite reflexionar y discutir
(...) la formación en el área, la actuación bibliotecaria de profesionales negros y la producción científica realizada por bibliotecarios negros y no negros sobre cuestiones étnico-raciales. Lo que involucra los aspectos que responden por la condición social de las poblaciones de origen africano en Brasil a través de las lentes teórico-metodológicas de la Bibliotecología.
Estas reflexiones dan lugar a disciplinas contextualizadas al territorio y en consonancia con la diversidad cultural y riqueza de la región. Ahora bien, situar espacialmente las disciplinas y el conocimiento implica una resistencia sin duda, no solo a los discursos y teorías hegemónicas, sino a la construcción social del espacio entendiendo que se da en relación con los procesos educativos y culturales, y con instituciones como bibliotecas y prácticas vinculadas con información y conocimiento. En este sentido, Dayro León Quintero-López en La resistencia espacial: una práctica de biblioteca, aborda el problema de los procesos de resistencia que en América Latina han permitido la configuración y el funcionamiento de las bibliotecas como respuesta a las problemáticas sociales. Debido a ello, se ubica conceptualmente en la geografía y en particular en el espacio, para desde allí interpelar la bibliotecología en la comprensión de los fenómenos sociales, desencadenando con ello un ejercicio metodológico de corte cualitativo con análisis de contenido en una perspectiva crítica de tal modo que la lectura y análisis permitan situar el decir en el espacio y el espacio del decir de la biblioteca como parte de la resistencia espacial de los bibliotecarios y las bibliotecarias.
Los dos últimos artículos presentes en esta primera parte del dosier avanzan en el campo de la vida, las experiencias y las prácticas, presentando ejercicios de estudios aplicados en el campo de la ByCI que dejan ver cómo la bibliotecología social responde a las demandas actuales e históricas. En el caso del trabajo de Natalia Duque-Cardona, Dayro León Quintero López y Fernando Ariel López titulado Cultivar la tierra para criar comunidades, una mirada a la experiencia argentina: posibilidades para la cultura y la educación, se presenta un ejercicio crítico de revisión documental, bajo un enfoque de justicia social que retoma ideas de la doctrina peronista, para exponer un contexto sobre la configuración de lo rural en la Argentina, mediante una exploración de la normativa, las instituciones líderes en los procesos rurales, algunos hitos y las políticas públicas actuales. Es fundamental indicar que esta propuesta es la segunda fase de un estudio más amplio que busca realizarse a nivel de América Latina y el Caribe para preguntarse cómo las bibliotecas y las escuelas en contextos rurales pueden fortalecer las economías campesinas, o en otras palabras cómo se enaltecen las funciones sociales de instituciones sociales como las mencionadas.
Particularmente, este artículo posibilita vinculaciones directas con campos del conocimiento como la sociología rural, la economía, la ecología, entre otras que en la Bibliotecología Social recién ahora comienzan a ser explorados con mayor consistencia, pues implican la ruptura de paradigmas positivistas en las disciplinas e incluso revoluciones científicas que permitan descentrar la labor con conceptos como la información del registro alfanumérico o de los datos, dando lugar a la vinculación de tipos patrimoniales como el natural y el inmaterial en diálogo con el documental y bibliográfico.
El último artículo, el de María Teresa Arbeláez Garcés, Sandra Patricia Bedoya Mazo, Beatriz Elena Cadavid Gómez, José Daniel Moncada Patiño y Esneider Antonio Ocampo, titulado Patrimonio bibliográfico y documental del Oriente antioqueño: una contribución a las memorias construidas con el territorio, mediante un ejercicio de identificación y diagnóstico general de los materiales y/o colecciones patrimoniales bibliográficas y documentales (no archivísticas) aporta al Plan de Patrimonio de Colombia. Se trata de una práctica que procura la preservación, así como también la democratización, el acceso y la ampliación del debate y la comprensión de este en contextos específicos.
En conclusión, la bibliotecología social se presenta como un campo fundamental para el fortalecimiento de las sociedades democráticas, enfocándose en la justicia social y la equidad. A través de diversas perspectivas y diferentes enfoques, este dosier ha evidenciado cómo las disciplinas científicas, profesionales, investigadores, investigadoras y activistas pueden ser agentes de cambio en contextos históricos y actuales, promoviendo la autodeterminación y el acceso equitativo al conocimiento. La riqueza de las experiencias y los estudios presentados en esta primera parte, demuestran que la bibliotecología social no solo tiene una relevancia histórica sino también una vigencia contemporánea. Las prácticas y teorías aquí discutidas subrayan la importancia de la biblioteca como un espacio inclusivo, de resistencia y de empoderamiento comunitario, siempre y cuando la fundamentación de la ciencia y su enseñanza considere marcos amplios y de diálogo con diversos campos del conocimiento.
Finalmente, es imperativo que continuemos explorando y desarrollando enfoques interdisciplinarios que permitan a la bibliotecología adaptarse y responder a los desafíos sociales contemporáneos. Solo así podremos asegurar que las bibliotecas sigan siendo pilares fundamentales para la construcción de sociedades más justas y equitativas en América Latina y el Caribe.
Como lo proponen Leckie, Given & Buschman (2010) en Critical theory for library an information science, debemos estar hoy pendientes de los desafíos, no solo disciplinares, sino sociales. ¡Estudiantes, bibliotecarias y bibliotecarios, profesoras y profesores, y colegas de toda América Latina y el Caribe es urgente, importante, estratégico e imprescindible que ¡ESTEMOS A LA ALTURA!
Referencias
Chubarian, O. (1976). Bibliotecología general. La Habana: Editorial Científico Técnica.
Da Silva, F. C. G. & Fideles, L. S. O. (2021). Quilombo Intelectual, informação étnico-racial científica e a valorização intelectual da população negra. Informação@ profissões, 10(3), 34-50.
Da Silva, F. C. G. & Saldanha, G. S. (2019). Biblioteconomia negra brasileira: caminhos, lutas e transformação. Tendências da pesquisa brasileira em ciência da informação, 12(2).
Darch, C. (2001). Progressive librarianship: oxymoron, tautology, or the smart choice. Innovation, 22(1).
Duque-Cardona, N. (2019). La incidencia de la biblioteca en las desigualdades sociales: aportes epistemológicos a una bibliotecología y ciencia de la información latinoamericana. Medellín: Fondo Editorial Biblioteca Pública Piloto.
Egan, M. (1978). The library and social structure. London: Clive Bingley.
Fricker, M. (2017). Injusticia epistémica. Barcelona: Herder Editorial.
Landheer, B. (1957). Social functions of libraries. New York: Scarecrow.
Lankes, R. D. (2021). Ampliemos las expectativas: exijamos mejores bibliotecas para lidiar con la complejidad del mundo actual. Valencia: Generalitat de Valencia.
Leckie, G. J., Given, L. M. & Buschman, J. E. (Eds.). (2010). Critical theory for library and information science: exploring the social from across the disciplines. New York: Bloomsbury Publishing USA.
Shera, J. (1976). The library and society. Introduction to library science: basic elements of library service. Littleton, Colorado: Libraries Unlimited.
Shera, J. (1990). Fundamentos de la educación bibliotecológica [Traducido al español de The Foundations of Education for Librarianship por Sánchez Macgregor, P.]. México: UNAM.