Palabra Clave (La Plata), abril - septiembre 2024, vol. 13, núm. 2, e210. ISSN 1853-9912
Universidad Nacional de La Plata
Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación
Departamento de Bibliotecología

Dosier: Para una nueva historia de las bibliotecas en América Latina:
instituciones, representaciones y prácticas

Introducción al dosier. Para una nueva historia de las bibliotecas en América Latina: instituciones, representaciones y prácticas

María de las Nieves Agesta

Centro de Estudios Regionales “Prof. Félix Weinberg” (CONICET) / Departamento de Humanidades, Universidad Nacional del Sur, Argentina
Javier Planas

Instituto de Investigaciones en Humanidades y Ciencias Sociales (UNLP - CONICET), Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación, Universidad Nacional de La Plata, Argentina
Cita sugerida: Agesta, M. N. y Planas, J. (2024). Introducción al dosier. Para una nueva historia de las bibliotecas en América Latina: instituciones, representaciones y prácticas. Palabra Clave (La Plata), 13(2), e210. https://doi.org/10.24215/18539912e210

Hace no mucho tiempo atrás era legítimo preguntarse por qué la historia de las bibliotecas en América Latina había sido tan poco influenciada por la renovación de los estudios históricos sobre el libro y la lectura, en particular, por ese vendaval en la producción académica que significaron las traducciones al castellano y el portugués que diferentes editoriales hicieron durante la década de 1990 de autores como Roger Chartier (1992, 1993, 1995, 1996, 1998) y Robert Darnton (1987, 2003, 2006, 2010). En el amanecer de la segunda década de los 2000 esta situación comenzó a cambiar sustancialmente. Las investigadoras y los investigadores vinculados con la historia de las bibliotecas emprendieron desde entonces un triple trabajo heurístico. La primera tarea fue releer aquellos libros escritos en una época casi olvidada de nuestra historiografía cultural: ahí aparecieron los nombres de Guillermo Furlong (1944), Ricardo Levene (1938) y José Toribio Medina (Medina, Feliú Cruz & Zamudio, 1958), entre tantos otros. Reencontrar este repertorio fue fundamental para muchos de los proyectos que se pusieron en marcha, en especial, para aquellos que focalizaron su atención en el pasaje de la colonia al período independiente, puesto que esa bibliografía había buscado allí muchas de las razones identitarias de América Latina. La segunda actividad se concentró en la interpretación de los textos críticos y de los conceptos que venían dándole otros aires a la comprensión de los circuitos del libro impreso y a la conformación de los públicos lectores. Desbrozar este panorama y seguir los senderos de las recepciones resulta muy difícil. Si es evidente que una parte de este despertar se nutrió de aquellos ensayos de Chartier y Darnton, no es menos cierto que otros coletazos propiciados por el llamado giro material en la historia intelectual y los propios de la historia social contribuyeron a darle nueva forma a la historia de las bibliotecas (Gutiérrez & Romero, 1995; Saferstein, 2013), que de manera progresiva adquirió sus propias dimensiones de análisis. La creación de estas dimensiones se produjo con la tercera tarea heurística emprendida por las investigadoras y los investigadores del área: la recuperación de un conjunto enorme de documentos primarios poco o nada explorados. Toda vez que aparece un libro o artículo sobre la historia de las bibliotecas no deja de sorprender la variedad de fuentes que debieron recopilar sus autores y autoras. Muchos de estos materiales provienen de la producción que las instituciones dejaron a su paso: expedientes, catálogos, memorias, fotografías, mobiliarios, arquitecturas. Pero hay otra documentación valiosa que está dispersa y que es de muy distinto tenor: leyes, decretos, disposiciones, informes de inspección, reportes periodísticos, revistas de la especialidad, publicaciones culturales, fragmentos de novelas, biografías y correspondencia, entre otros varios tipos que pudieran anotarse.

El presente dosier representa ese triple esfuerzo investigativo y sigue el camino iniciado por otros trabajos colectivos que la historiografía latinoamericana sobre las bibliotecas puso a circular en los últimos cinco o seis años, ya sea en ediciones monográficas o en números especiales de revistas académicas (Aguirre & Salvatore, 2018; Okuzono, Melo & Azevedo, 2021; Planas, 2018). La colección formada desde entonces bordea una innumerable cantidad de temas y dilemas que constituyen la historia de las bibliotecas, una pluralidad explicable por los diversos ámbitos de inscripción de estas instituciones, por la multiplicidad de actores que en diferentes épocas participaron de su vida cotidiana, por las distintas agencias estatales, supraestatales o no gubernamentales que trazaron políticas para este ámbito singular de la cultura, o por la variedad de opiniones e ideas que fueron modelando un saber-hacer de las bibliotecas, convertido luego en disciplina. Mucho de esto encontrarán quienes sigan los artículos de este dosier, en el que conviven problemas heterogéneos, pero de algún modo convergentes en la pregunta acerca de la cultura de biblioteca en América Latina.

Tres aproximaciones a este asunto se distinguen con claridad en la presente propuesta. La primera cuestión queda definida por los dos artículos iniciales escritos por Carol Guilleminot y María de las Nieves Agesta, y se refiere a la constitución y el desarrollo de las bibliotecas populares en Uruguay y Argentina, respectivamente. Este es un tipo singular de biblioteca que tuvo expresiones en otros países, como Chile y Brasil, y que fue pensado por las élites gobernantes del último cuarto del siglo XIX como medio para alentar la instrucción popular. Su peculiaridad reside en la combinación de fuerzas que las instituyeron: por una parte, la que corresponde a los Estados, observable en leyes, decretos, subvenciones, políticas y agencias específicas; por otra, la que se identifica con la sociedad civil organizada, tangible en la reunión de los esfuerzos que dispusieron diferentes actores y sectores, mensurable en tiempo, dinero, capital social y cultural. Los estudios de este dosier salen al cruce de los avatares culturales, políticos y económicos que transitaron estas bibliotecas entre esos dos márgenes, puesto que la comprensión efectiva de este fenómeno bibliotecario radica en esa compleja composición. La segunda aproximación a la cultura de biblioteca latinoamericana atañe al lugar que las bibliotecas ocuparon en la constitución del conocimiento especializado y queda definida por las preocupaciones que abordan los artículos de Frederico Antonio Ferreira, Fabiano Cataldo de Azevedo y Mariana Acorse Lins de Andrade, de Julián Meclazcke, de Juliana López Pascual y de Camila Indart. Estas investigaciones giran en torno a un sentimiento de adaptabilidad a nuevas coyunturas que recorre como un fantasma la conciencia de los bibliotecarios y las bibliotecarias a lo largo de la historia moderna, pero que es particularmente visible cuando se trata de instituciones vinculadas con ámbitos creadores de saberes expertos o con entidades gubernamentales en procesos de transformación o modernización. Junto a la inquietud por la gobernabilidad de la producción multiplicada de los textos, los autores y las autoras de estos trabajos ponen a jugar el componente político de cada coyuntura, entrelazando a cada párrafo las prácticas bibliotecarias con las estrategias de Estado. Finalmente, los últimos dos ensayos de Marcela Coria y Javier Planas nos conducen a mirar un momento muy significativo para la bibliotecología argentina, como fue el de la profesionalización. Si bien los artículos están situados en la Argentina, no es el único país de América Latina que encuentra en las décadas de 1930 y 1940, un poco antes o un poco después, un proceso bisagra: a un lado, una composición heterogénea del campo bibliotecario, tanto en lo que se refiere a las trayectorias de sus participantes como a los métodos aplicados y a las ideas en circulación; al otro lado, una progresiva homogeneización, que es también la que remite a la institucionalización de la disciplina, explicable en buena medida por los efectos de la enseñanza regular de los saberes de biblioteca que conlleva la consolidación de un vocabulario compartido, la normalización de las técnicas laborales y la erección de un ethos, es decir, la creación de una identidad.

Al presentar el dosier de este modo hemos querido ofrecer una guía de lectura, pero la riqueza de su contenido no se agota en los núcleos temáticos subrayados en esta introducción. Los lectores y las lectoras encontrarán, además de las historias que se recrean en cada intervención, un buen repertorio de metodologías, conceptos y constataciones que podrán reutilizar en nuevos proyectos y en el fomento de más y mejores diálogos latinoamericanos. Consolidar la historia de las bibliotecas en este plano es una idea que requiere seguir siendo alimentada.

Referencias

Aguirre, C. y Salvatore, R. D. (Ed.). (2018). Bibliotecas y cultura letrada en América Latina: siglos XIX y XX. Lima: Pontificia Universidad Católica, Fondo Editorial.

Chartier, R. (1992). El mundo como representación: estudios sobre historia cultural. Barcelona: Gedisa.

Chartier, R. (1993). Libros, lecturas y lectores en la Edad Moderna. Madrid: Alianza.

Chartier, R. (1995). Sociedad y escritura en la Edad Moderna. La cultura como apropiación. México: Instituto Mora.

Chartier, R. (1996). Escribir las prácticas: Foucault, de Certeau, Marin. Buenos Aires: Manantial.

Chartier, R. (1998). A História cultural: entre prácticas e representações. Río de Janeiro: DIFEL.

Darnton, R. (1987). La gran matanza de gatos y otros episodios de la cultura francesa. México: Fondo de Cultura Económica.

Darnton, R. (2003). Edición y subversión: literatura clandestina en el Antiguo Régimen. Madrid, México: Turner; Fondo de Cultura Económica.

Darnton, R. (2006). El negocio de la Ilustración. Historia editorial de la Encyclopédie, 1775-1800. México: Fondo de Cultura Económica.

Darnton, R. (2010). El beso de Lamourette: reflexiones sobre historia cultural. Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica.

Furlong, G. (1944). Bibliotecas argentinas durante la dominación hispánica. Buenos Aires: Huarpes.

Gutiérrez, L. y Romero, L. A. (1995). Sectores populares, cultura y política: Buenos Aires en la entreguerra. Buenos Aires: Sudamericana.

Levene, R. (1938). El fundador de la Biblioteca Pública de Buenos Aires. Buenos Aires: Ministerio de Justicia e Instrucción Pública.

Medina, J. T., Feliú Cruz, G. y Zamudio, J. (1958). Historia de la imprenta en los antiguos dominios españoles de América y Oceanía. Santiago de Chile: Fondo Histórico y Bibliográfico José Toribio Medina.

Okuzono, S. B. P., Melo, K. C. B. da S. y Azevedo, F. C. de. (Coord.). (2021). Dossiê História das bibliotecas. BIBLOS, 35(1). Recuperado de https://periodicos.furg.br/biblos/issue/view/778

Planas, J. A. (Coord.). (2018). Dossier: Bibliotecas populares y obreras en los siglos XIX y XX. Libros, lecturas y sociabilidad. Historia y espacio, 14(51), 9-229. https://doi.org/10.25100/hye.v14i51

Saferstein, E. A. (2013). Entre los Estudios sobre el Libro y la Edición: El giro material en la historia intelectual y la sociología. Información, cultura y sociedad, 29, 139-166. Recuperado de http://revistascientificas.filo.uba.ar/index.php/ICS/article/view/678/656

Recepción: 01 Febrero 2024

Aprobación: 04 Marzo 2024

Publicación: 01 Abril 2024

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